Sendero de Interpretación Andrew Field

Los senderos de interpretación de la naturaleza constituyen herramientas eficaces, útiles y prácticas para el estudio y conocimiento de la biodiversidad de una determinada región. Son ampliamente utilizados confines docentes, investigativos, recreacionales y para crear conciencia de la necesidad de preservar nuestros recursos naturales.


Entrada del Sendero
El Sendero de Interpretación Andrew Field se encuentra adyacente a la Estación Biológica Dr. Alberto Fernández Yépez, la cual se halla adscrita a la Facultad de Agronomía-U.C.V. Dicho sendero se halla enclavado en una formación vegetal tipificada como selva nublada transicional. Es utilizado con fines docentes, investigativos, recreacionales y de turismo.


¿Quién fue Andrew Field?

Andrew Field
Andrew “Andy” Matthew Field (1955-1984) fué un investigador botánico, que estudió la reproducción de la especie de árbol Gyranthera caribensis, árbol indicador de la Selva Nublada, endémico de la Cordillera de la Costa.

También conocido como "niño", "cucharón" o "candelo" estas plantas que habitan en el Parque Nacional Henri Pittier, alcanzan hasta 60 metros de altura, tiene ramas que se abren por encima de los 30-35 metros.

Para investigar la biología y reproducción de la Gyranthera caribensis debía llegar hasta la copa de los árboles, donde están las flores. Luego de meses intentándolo, no lo había logrado. Tuvo que aprende a usar equipo de rapel y en unas semanas ya estaba en la copa del primer árbol.


El Sendero

Es un camino empleado para desarrollar actividades que permitan de alguna manera interpretar las señales o evidencias de la naturaleza, tratando de explicarlas con basamento científico de manera de integral el conocimiento científico y el conocimiento vulgar de una manera vivenciar.

Grupo de Ecologistas se reúnen para identificar las especies.  Foto: Santos R. Guerra F.

Recibe visitantes todo el año, en edades desde infantil hasta la tercera edad y desde pre-escolar hasta postgrado. Es un sendero de tipo circular, y su distancia aproximada es de 940 metros, con una topografía irregular, pudiendo ser recorrido en una hora.

Es un aula abierta para el desarrollo de la educación ambiental, incentivar la participación en las actividades ecológicas y crear conciencia conservacionista, permite el encuentro hombre naturaleza lo cual hace fluir la espiritualidad del ser.
Foto: Santos R. Guerra F.

En el Sendero de Interpretación Andrew Field crecen especies silvestres y especies de bosques secundarios, así como especies naturalizadas. 

Entre las especies características de bosque secundarios se citan: 
  • Cordia alliodora, 
  • Ceiba pentandra, 
  • Allophyllus occidentalis 
  • y Heliocarpus popayanensis,
Mientras que entre las naturalizadas se hallan:
  • Casuarina equisetifolia, 
  • Coffea arabica,
  • y Citrus sp.
Hasta ahora se han reportado 89 especies pertenecientes a 68 géneros y 37 familias. Las familias con mayor número de especies son: 
  • Lauraceae (17 spp.), 
  • Moraceae (9 spp.), 
  • Rubiaceae (6 spp.), 
  • Euphorbiaceae, Leguminosae y Meliaceae (4 spp. c/u), 
  • Bombacaceae, Palmae, Rutaceae (3 spp. c/u). 
Los individuos de mayor altura pertenecen a Gyranthera caribensis, pero también destacan por su altura individuos de Sloanea brevispina (los cuales son a veces erróneamente denominados niños por la presencia de raíces tabulares semejantes a las de Gyranthera) Sloanea caribaea, Pouteria filipes, Cedrela montana, Sapium stylare, Ficus sp. 1, Ocotea fendleri, Otoba parvifolia, Eschweilera beebei y Nectandra sp.

Durante el desarrollo del sendero se evidencias hermosas muestra de diversas representaciones de relaciones interespecìficas entre los organismos allí presentes, además de envolver al visitante en una atmósfera mágica con puntos representativos.

Foto: Santos R. Guerra F.

Andrew Field se enamoró del trópico gracias a los programas del ambientalista Inglés David James Bellamy quién lo motivó a elegir Venezuela como sitio de estudio.

Hay que caminar los senderos del camino de Andrew Field que están de un lado de la Estación Biológica (previo permiso otorgado por la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela) para entrar en contacto con el verde de Rancho Grande, para sentir el friíto de la selva nublada, para admirar una y otra vez a nuestro gigante de la selva como son nuestros Niños, Cucharones o Candelos, y recordar la importancia de todos los hombres de ciencias, de todos los naturalistas que desde esta estación han dedicado su vida entera a descubrir, a investigar, profundizar sobre la vida natural que existe en el Parque Henri Pittier, información y conocimientos para las generaciones por venir, para admirar y que nos invitan a preservar. Siempre verde, siempre nublado, siempre querido Rancho Grande.

Yo junto a las raíces de una Gyranthera caribensis en el sendero.  Foto: Santos R. Guerra F.
Llegar al Pie de los Niños es un atractivo del sendero, sus raíces son impresionantes y todo un espectáculo, están cubiertas de musgos y dan cobijo a los habitantes de la parte baja de la selva. Hoy día el sendero lleva su nombre. 

Andrew fue quien construyó el sendero que lleva su nombre


Para Septiembre de 1981, Andy había armado una plataforma que le permitía contacto directo con el dosel de un árbol. 

Logró percatarse que los frutos, de hasta dos kilogramos de peso, no se desprenden del árbol. Al madurar, los cinco elementos que lo forman, se abren, permitiéndole a las semillas, una vez secas las membranas que las contienen, ser diseminadas por el viento al desprenderse. 

Semilla de una Gyranthera caribensis
Semilla de una Gyranthera caribensis.  Foto: Santos R. Guerra F.
Las semillas poseen una «hoja» alargada en un extremo y al caer dan vueltas. Tal movimiento contribuyó a nombrar al género de estas plantas Gyranthera.

Una vez entendida la dispersión de las semillas, tomó varios frutos, pintó sus semillas de rojo, subió a la plataforma y fue soltándolas poco a poco. Posteriormente recogería del suelo las semillas pintadas, determinando dirección y lejanía al árbol. 

Con la nueva floración, pasaría varias noches en la plataforma observando flores. Una de esas noches se quedó dormido, al despertarse la flor que observaba ya estaba polinizada. 

Al agotarse las flores cercanas a la plataforma, comenzó a hacer puentes para acercarse a flores de ramas cercanas. Fue así construyendo un enramado de puentes de cuerdas del cual alguna vez casi se cae.

Decidió hacer una segunda plataforma y unirla a la primera

El objetivo era tener mejor acceso para estudiar la siguiente floración. El sistema de plataformas y puentes colgantes permitiría permanecer largos periodos en el dosel sin necesidad de bajar.

Andy Field y Almira Hoogesteyn en la plataforma sobre un árbol niño. Foto: Carlos Bordón

Andy se convirtió en presencia casi obligada en Rancho Grande. Andy se involucraba con todos, tenía buen conocimiento sobre insectos, conocía sobre sus interacciones con el bosque. 

Profesores de varias universidades del país llevaban a sus estudiantes a aprender sobre la ecología del bosque nublado o sus organismos. Ecoturistas y observadores de aves también tenían como destino a Rancho Grande. 

Andy se fue convirtiendo en un embajador del bosque, explicando su investigación, compartiendo sus conocimientos. Lo hacía con el mayor de los gustos, sin esperar nada a cambio. 

Andy, cual semilla de «árbol niño» cayó de desde uno de esos gigantes en Agosto de 1984. Su memoria está plantada entre los árboles que amó. Más que un duende, Andy es otro árbol de la selva nublada de Rancho Grande.

1 Comentarios

  1. Saludos, quisiera conocer el lugar.
    Vivo en Caracas pero podría planificar ir.
    ¿Están en qué horario o que días?

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